REPI promueve el desarrollo sostenible para proteger el territorio y las generaciones futuras ofreciendo soluciones que favorezcan el uso de plásticos reciclados.
El GRUPO REPI se compromete a gestionar sus plantas en pleno cumplimiento de la normativa vigente en materia de protección medioambiental, minimizando el consumo energético y luchando contra el despilfarro de recursos. En el interior de las plantas de REPI se realiza una rigurosa recogida de residuos, para que no se pierda nada que sea reciclable.
Para REPI el desarrollo solo es posible si es sostenible en el tiempo. Esto significa, para REPI, tener especial atención y sensibilidad en sus elecciones comerciales y reconocer la necesidad de una evolución continua y el logro de objetivos que protejan y mejoren el mundo en el que vivimos hoy y que dejaremos a nuestros hijos mañana.
Las empresas del Grupo REPI se comprometen a preferir proveedores locales siempre que sea posible, para contribuir al desarrollo de la comunidad de la que forman parte. Las empresas también se comprometen a promover la educación cívica entre los estudiantes de su área local, que serán los adultos del mañana.
En la búsqueda del desarrollo sostenible, REPI se inspira en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que representan un llamado urgente a la acción por parte de todos los países (desarrollados y en desarrollo) en una asociación global.
Ética
En REPI nos guiamos por una Visión y una Misión claras, compartidas por nuestros empleados y partes interesadas. Nos comprometemos a comportarnos de forma coherente con los valores y principios a los que aspiramos.
Guiada por los cuatro valores fundacionales – excelencia, cuidado, sinergia y largo plazo – REPI actúa para estar entre los líderes del desarrollo responsable y sostenible, El Código
Un canal de denuncia de irregularidades llamado REPIdirect está disponible para todos los empleados y partes interesadas, que se puede utilizar para informar posibles casos de mala conducta u otras actividades fraudulentas de forma segura y confidencial.
REPI fomenta la denuncia de cualquier caso de sospecha de conducta poco ética, ilegal, corrupta, fraudulenta o grave que involucre el negocio de REPI y garantiza la protección de los denunciantes que hacen una revelación en relación con dicha conducta sin temor a medidas de represalia.
La información de denuncia de irregularidades, disponible previa solicitud, se aplica a todos los empleados, colaboradores, consultores, proveedores, socios y todas las demás partes interesadas del Grupo REPI.
El modelo de crecimiento económico que ha caracterizado a la economía mundial en el último siglo se define como una «economía lineal», una economía de mercado basada en la extracción de materias primas, en la producción y consumo masivo y en la eliminación de residuos una vez finalizada la vida útil del producto.
El incesante flujo de extracción y disposición, costoso y ineficiente, es una de las principales causas de fenómenos como la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación marina y terrestre y el consiguiente cambio climático, además de tener implicaciones para el equilibrio geopolítico global.
La implementación de un modelo de desarrollo alternativo es necesaria y deseable: la valorización de los residuos de consumo, la extensión del ciclo de vida del producto, el uso de materias primas recicladas, el uso de energía de fuentes renovables, son capaces de desencadenar una forma responsable de producir y consumir, que mejora las condiciones ambientales de nuestro planeta y la vida de sus habitantes.
La alternativa desarrollada por pensadores ilustres como físicos, economistas, arquitectos y diseñadores es la de un nuevo modelo más sostenible llamado «economía circular». Un sistema económico diseñado para poder regenerarse, donde los flujos de materiales se dividen en dos tipos:
- Residuos biológicos, susceptibles de reintegrarse a la biosfera;
- Residuos técnicos, destinados a revalorizarse sin entrar a la biosfera.
Esta definición proviene de la Fundación Ellen MacArthur, una de las empresas más activas en impulsar este modelo de desarrollo, que ha estimado que la economía circular puede generar un beneficio económico de 1.800 billones de euros en 2030, también puede dar un impulso al PIB en otros 7 puntos porcentuales, puede crear nuevos puestos de trabajo y aumentar la productividad anual de los recursos en un 3%.
La economía circular se basa en tres principios:
- Reducir los envases de productos, reducir el desperdicio de materias primas, así como las cantidades de productos y materiales que quedan sin usar y que se desechan sin siquiera ser utilizados;
- Reutilizar lo que tiramos y reintroducirlo en los ciclos de producción, alargando así el ciclo de vida de los bienes;
- Reciclar las sobras y los residuos no utilizables, de forma que se recuperen materiales, para crear nuevos productos, evitando así eel desperdicio de recursos y reduciendo la cantidad total de residuos destinados a vertederos.
Es precisamente en torno a estos tres aspectos que las economías mundiales están construyendo un nuevo paradigma de sostenibilidad, innovación y competitividad, en un escenario en el que incluso los residuos pasan de ser un problema a un recurso.